No hay demasiado que contar acerca del
viernes
Cualquier viernes por cansado que sea
sabe bien como todos conocemos, aunque a la vuelta tengas exámenes,
trabajos, u cualquier cosa que requiera algo que te de pereza hacer durante el finde. Ahí tendrás un viernes dedicado especialmente a descargar tensiones
e intimar con algún amigo con cervezas de por medio en forma de
obsequio por los dos días de estudio que se supone vas a realizar. Y
así es como hice yo, solo que me estoy saltando una parte, la de
estudiar. Aun tengo el domingo para apurar tareillas atrasadas y
aprender nuevas y buenas cosas de las que seré examinado.
Quedé con un amigo que esta estudiando
en mi ciudad, y que no veia desde antes de navidades ya que se fue a pasarlas con la suya familia como es lógico. La verdad nos
lo pasamos muy gay
bien hablando de nuestras pajillas cosillas cual par de marujas
esperando al ascensor o algo así, solo que sin criticar a nadie por
la espalda.
El
colega en cuestión es muy legal y siempre es agradable charlar con
el; ahora queda tener un finde libre para armar una juerga de
pronóstico fuerte, una que pueda contar aquí (borraré escenas
demasiado X) para deleite del público, que si no interpreto mal, se
esta formando en torno a este blog.
Espero
poco a poco ir uniendo una familia anónima entre el lector y mi
podrido cerebro, un abrazo.