Yo siempre he sido bastante extrovertido, payasete ya sabéis,
gracioso. Lo cual en alguna ocasión a sido un puntazo a favor a la
hora de conocer nuevas hembras.
Resulta que no tenía ni idea pero por ahí hay gente que se
dedica a estudiar la seducción, es decir la forma de congeniar con
otras personas.
Hasta hoy he podido sobrevivir sin tener conocimientos literarios
o videográficos acerca de la seducción pero resulta que leyendo el
libro del hombre este que se vuelve un ligón, me han entrado las
ganas de probar a ligar de día, o en entornos que no sean bares o
discos.
El sábado estaba cenando en una pizzería, cuando advertí la
presencia de tres muchachas unas mesas más lejos. Les comente a mis
dos amigos que había decidido practicar el marear más a menudo. Les
dije que igual me levantaba y hacía el número en su mesa, pero me
eché a atrás y vi como se iban. Antes de ello le dije a un amigo
que conseguiría el número de la rubia medio de bromas y el me
apostó 10€ (eran tres y dos estaban muy buenas entre ellas la
rubia).
Cuando se levantaron yo fui al baño a lavarme las manos y la cara
de la grasa de la pizza con la esperanza (poca) de que pasara algo.
De primeras me eche atrás, las chicas tenían a ojo unos
veintitantos. Y finalmente salí corriendo tras ellas y les dije para
entrar en juego, que se habían dejado algo e instantáneamente que
era broma, les pedí un minuto y para mi sorpresa se pararon. Joder
la verdad que la situación acojonaba, entonces les dije si sabían
lo chulos que eramos los chicos y una (la más peor) dijo que si y
las otras afirmaron, parecían algo interesadas la verdad. Tras ello
le conté a la rubia que a un amigo le parecía muy guapa y que
habíamos apostado 10€ a que no conseguía su número así que le
dije que me lo diera para ganarme los 10 pavos. No le vi muy
convencida así que le dije que me podía dar uno falso, le deje el
móvil y me anotó un teléfono inventado, le pregunte por el nombre
y me dijo Elena, pero que era falso también.
Esta tontería es más importante de lo que parece, me puse
realmente nervioso aunque no se notó mucho. Ante las chicas de mi
edad no había tenido problemas en empezar a hablar y bromear, pero
pienso seguir escalando a ver que tal. Este número por falso que
sea, va a ser el primero de otros que esperemos, sean verdaderos.
Voy a ir hablando con más chicas al azar para practicar ya que en
verano, estamos organizando un viaje a Salou donde pienso marear. Os
iré contando el entrenamiento y esas historietillas que tanto nos
gustan a todos.
Quizás abra un nuevo apartado dedicado al ligoteo, a marear como
me gusta decir a mi.