martes, 22 de enero de 2013

19 de Enero

Yo siempre he sido bastante extrovertido, payasete ya sabéis, gracioso. Lo cual en alguna ocasión a sido un puntazo a favor a la hora de conocer nuevas hembras.
Resulta que no tenía ni idea pero por ahí hay gente que se dedica a estudiar la seducción, es decir la forma de congeniar con otras personas.



Hasta hoy he podido sobrevivir sin tener conocimientos literarios o videográficos acerca de la seducción pero resulta que leyendo el libro del hombre este que se vuelve un ligón, me han entrado las ganas de probar a ligar de día, o en entornos que no sean bares o discos.



El sábado estaba cenando en una pizzería, cuando advertí la presencia de tres muchachas unas mesas más lejos. Les comente a mis dos amigos que había decidido practicar el marear más a menudo. Les dije que igual me levantaba y hacía el número en su mesa, pero me eché a atrás y vi como se iban. Antes de ello le dije a un amigo que conseguiría el número de la rubia medio de bromas y el me apostó 10€ (eran tres y dos estaban muy buenas entre ellas la rubia).



Cuando se levantaron yo fui al baño a lavarme las manos y la cara de la grasa de la pizza con la esperanza (poca) de que pasara algo. De primeras me eche atrás, las chicas tenían a ojo unos veintitantos. Y finalmente salí corriendo tras ellas y les dije para entrar en juego, que se habían dejado algo e instantáneamente que era broma, les pedí un minuto y para mi sorpresa se pararon. Joder la verdad que la situación acojonaba, entonces les dije si sabían lo chulos que eramos los chicos y una (la más peor) dijo que si y las otras afirmaron, parecían algo interesadas la verdad. Tras ello le conté a la rubia que a un amigo le parecía muy guapa y que habíamos apostado 10€ a que no conseguía su número así que le dije que me lo diera para ganarme los 10 pavos. No le vi muy convencida así que le dije que me podía dar uno falso, le deje el móvil y me anotó un teléfono inventado, le pregunte por el nombre y me dijo Elena, pero que era falso también.
Esta tontería es más importante de lo que parece, me puse realmente nervioso aunque no se notó mucho. Ante las chicas de mi edad no había tenido problemas en empezar a hablar y bromear, pero pienso seguir escalando a ver que tal. Este número por falso que sea, va a ser el primero de otros que esperemos, sean verdaderos.
Voy a ir hablando con más chicas al azar para practicar ya que en verano, estamos organizando un viaje a Salou donde pienso marear. Os iré contando el entrenamiento y esas historietillas que tanto nos gustan a todos.



Quizás abra un nuevo apartado dedicado al ligoteo, a marear como me gusta decir a mi.