jueves, 17 de enero de 2013

15 de Enero

Se supone que el día de hoy tiene que marcar un antes y un después.

Hoy he tenido una de esas charlas que suelen dar tutores legales o alguno de los padres que debe marcar un antes y un después en tu conducta.

He tenido varias de estas a lo largo de mi infancia y adolescencia y la del miércoles fue una bastante edulcorada. El detonante fueron mis notas del primer trimestre, ocurrió que ya tuve en su día charla con el tutor que por cierto, no hizo mas que decir cosas buenas acerca de mi -ya dije que este año me comporto en clase y he mejorado mi rendimiento-. Entonces consideré innecesario hacer firmar a uno de mis padres el resguardo de una hoja llena de cincos cuatros y un seis que no se enteraba de que iba la fiesta (mis notas).

Total que ya son varios los días que mi cuarto esta algo desordenado y en forma de aleccionamiento y favor mi padre decidió ordenarme el cuarto. Resulta que encontró las notas provocando así una chapa de las antes mencionadas.

En resumen debo organizarme mejor, ordenar el cuarto y sacar más partido a las horas de estudio.

Pero esto es una puta mierda un poco rollo. Parece que este curso no voy a tener apenas dos fines de semana para salir en condiciones.

Al deporte le dedico mucho tiempo y es por eso que no me puedo permitir mucha jarana durante este curso, que es el que verdaderamente va a marcar lo que haga con mi vida en relación a los estudios.

Me siento bastante estafado porque ahora, al ver las notas que hay que sacar para estudiar lo que quieres, llegar a optar por becas o lo que sea, me doy cuenta que lo que eran décimas de mierda el año pasado ahora pueden ser determinantes.

No tengo nada claro lo que voy a hacer. Ya hablaré de esto.