martes, 15 de enero de 2013

14 de Enero

Ya estoy recibiendo las notas de las recuperaciones...
No voy a engañarme ni a mi mismo ni a vosotros, la primera recuperación, de matemáticas por cierto, me salió fatal y además no era un examen de recuperación aquello, largo y duro como mi pene.
Yo estaba con muchas ganas de levantar los cuatro cates que me habían quedado puesto que este último año de colegio es el único que de verdad me estoy tomando en serio.

He sacado un puto rosco, pero no limpio, con 6 décimas que le acompañaban para que no me tuvieran que dar la nota rodando ni el 0 pasase frió o aburrimiento alli solito y rojo en la esquina de mi nefasto control escrito.

Con este inicio de recuperaciones ¿a quién no se le quitan las ganas de seguir adelante? No se que ocurre que mi lado más vago esta volviendo a las andadas, pero con mi casi exquisito comportamiento en clase no esta teniendo tanta repercusión como tenía años atrás.
En definitiva, he recuperado dos de cuatro, casualmente los dos suspensos son del mismo profesor, que me parece un buen profesor, pero se pasa con los exámenes.

El mayor divertimiento que encuentro últimamente en sus clases es hacer integrales emular sonidos de pedos con las manos y decirle al compañero de delante que deje de pedarse; pero estoy perdiendo el interés y mis manoplas están comenzando a resentirse. Supongo que será porque ya no me la pelo y a mi cuerpo le cuesta perder los buenos hábitos.